Esperanto - Wikipedia, la enciclopedia libre https://es.wikipedia.org/wiki/Esperanto El esperanto es una lengua auxiliar cuya base fue creada por el oftalmólogo polaco L. L. Zamenhof en 1876 como resultado de una década de trabajo, con la ... Hablado en‎: ‎Todo el mundo Regulado por‎: ‎Akademio de Esperanto Creado por‎: ‎L. L. Zamenhof Oficial en‎: ‎Ningún país, pero usado ofici... Esperanto - Wikipedia, the free encyclopedia https://en.wikipedia.org/wiki/Esperanto Traducir esta página Esperanto is a constructed international auxiliary language. It is the most widely spoken constructed language in the world. The Polish ophthalmologist L. L. ... Created by‎: ‎L. L. Zamenhof Early forms‎: ‎Proto-Esperanto: Esperanto Setting and usage‎: ‎International auxiliary ... Writing system‎: ‎Latin script‎ (‎Esperanto a...

sábado, 14 de mayo de 2016

Baudelaire, the evening twilight, poem = 20?

Baudelaire, El crepúsculo de la tarde, poema =20?= .........................................................Baudelaire, the evening twilight, poem = 20? =   Evening Twilight Paris Spleen By CHARLES BAUDELAIRE Translation of Nydia Lamarque 1st edition, 1961, Mexico, Editorial Aguilar. Late afternoon. A great appeasement occurs in poor spirits exhausted by the work of the day, and their thoughts now take the tender and undecided twilight colors. However, from the top of the mountain, through the transparent vapors afternoon, reaches my balcony a great howl composed of a number of discordant cries, that space becomes a grim harmony as the growing brand or the tempest that wakes. Who are the unfortunates that afternoon calm and not, like owls, take the coming of the night by the signal coven? This incident comes hooting of black hospice perched on the mountain; and in the afternoon, while I smoke and watched the rest of the immense valley where every window says: "Here is peace, here these families enjoying themselves," I can, when the wind blows from that side, rocking my amazement thinking that imitation of the harmonies of hell. Twilight excites crazy. I remember having had two friends who sickened twilight. One then forgot all relations of friendship and courtesy, and abused like a wild anyone who came near him. I saw him throw the head of a maitre d 'hôtel excellent chicken, which believed find hieroglyphic do not know what insulting. Afternoon, the forerunner of the deep pleasures, you spoiled the most succulent things. The other, an ambitious failed, he turned again, as the light waned, more sour, more somber, more uncomfortable. Forgiving and sociable even during the day, it was relentless at dusk, for his rabidly Twilight mania manifested not only at the expense of others, but also at the expense of himself. The first died insane, unable to recognize his wife and his son; the second carries within itself the anxiety of a perpetual discomfort and although saw rewarded with all the honors that can confer the republics and princes, I think twilight he would igniting in burning greed of imaginary distinctions. The night, which breathed its darkness within that spirit, enlightens mine, and although it is not uncommon to see that the same cause generates two opposite effects, that always intrigues me and wake me something like an alarm. O night! Oh refreshing darkness! You guys are for me the sign of an intimate party, You are releasing anguish! In the solitude of the plains, in the stony labyrinths of a capital city, twinkling stars, explosion reverberations are the fireworks of the goddess Liberty! Twilight, how sweet and tender you are! The toe pink that remain on the horizon as the agony of the day under the victorious oppression of the night, the lights of the chandeliers that stain a dull red by the last glories of the setting, the heavy draperies that an invisible hand runs from the depths of east, imitate all the complicated feelings that the soul of man are held in the solemn hours of life. the could also be compared with those strange costumes dancer, in a clear and grim glimpse gauze damped splendors of a glittering skirt, as under the present black delicious transpires past; and the flickering stars of gold and silver that enhance represent fantasy fires burn only well under the deep mourning of the Night...................................................................... El Crepúsculo de la Tarde De Spleen de París Por CHARLES BAUDELAIRE Traducción de Nydia Lamarque 1º edición, 1961, México, Editorial Aguilar. Cae la tarde. Un gran apaciguamiento se produce en los pobres espíritus fatigados por la labor de la jornada, y sus pensamientos toman ahora los colores tiernos e indecisos del crepúsculo. No obstante, desde lo alto de la montaña, a través de los transparentes vapores de la tarde, llega hasta mi balcón un gran aullido compuesto por una cantidad de gritos discordantes, que el espacio transforma en una lúgubre armonía como la de la marca creciente o la de la tempestad que se despierta. ¿Quiénes son los infortunados a los que la tarde no calma y que, como los búhos, toman la venida de la noche por la señal del aquelarre? Este siniestro ulular nos llega del negro hospicio posado en la montaña; y por la tarde, mientras fumo y contemplo el reposo del inmenso valle donde cada ventana dice: "Aquí reina la paz; aquí se gozan las dichas familiares", puedo yo, cuando el viento sopla de ese lado, mecer mi pensamiento atónito en esa imitación de las armonías del infierno. El crepúsculo excita a los locos. Me acuerdo de haber tenido dos amigos a quienes el crepúsculo enfermaba. Uno olvidaba entonces todas las relaciones de amistad y cortesía, y maltrataba como un salvaje a cualquiera que se le acercara. Yo lo vi arrojar a la cabeza de un maître d' hôtel un pollo excelente, en el que creía encontrar no sé qué insultante jeroglífico. La tarde, precursora de las voluptuosidades profundas, le estropeaba las cosas más suculentas. El otro, un ambicioso fracasado, volvíase, a medida que la luz menguaba, más agrio, más sombrío, más incómodo. Indulgente y sociable aun durante el día, era implacable al atardecer, pues su manía crepuscular se manifestaba rabiosamente no sólo a expensas de los demás, sino también a expensas de sí mismo. El primero murió loco, incapaz de reconocer a su mujer y a su hijo; el segundo lleva dentro de sí la inquietud de un malestar perpetuo y, aunque se viera gratificado con todos los honores que pueden conferir las repúblicas y los príncipes, creo que el crepúsculo seguiría encendiendo en él la quemante codicia de imaginarias distinciones. La noche, que insuflaba sus tinieblas dentro de aquel espíritu, ilumina el mío, y aunque no sea raro ver que la misma causa engendra dos efectos contrarios, esto me intriga siempre y despierta en mí algo como una alarma. ¡Oh, noche! ¡Oh refrescantes tinieblas! ¡Ustedes son para mí la señal de una fiesta íntima, Ustedes son la liberación de la angustia! ¡En la soledad de las llanuras, en los laberintos pétreos de una capital, centelleo de estrellas, explosión de reverberos, son los fuegos artificiales de la diosa Libertad! ¡Crepúsculo, qué dulce y tierno eres! Las rosadas lumbres que perduran en el horizonte como la agonía del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las luces de los candelabros que manchan con un rojo opaco las postreras glorias del poniente, las pesadas colgaduras que una mano invisible corre desde las profundidades del oriente, imitan todos los complicados sentimientos que se disputan el alma del hombre en las horas solemnes de la vida. También se las podría comparar con esos extraños trajes de bailarina, en los que una gasa transparente y sombría deja entrever los amortiguados esplendores de una falda rutilante, como bajo el negro presente se trasluce el delicioso pasado; y las vacilantes estrellas de oro y plata que la realzan, representan los fuegos de la fantasía que sólo arden bien bajo el profundo luto de la Noche.